Día 5 y 6

Día 5 y 6. Morando en Su presencia – Daniel 2

 

La mayoría de nosotros empezamos cada día de nuestras vidas con una rutina pre establecida. Nos levantamos del mismo lado de la cama, nos vestimos de una forma en particular, ordenamos la misma bebida y tomamos la misma ruta, a veces sin pensarlo o ser conscientes de ello.

 

Incluso hay patrones de pensamiento o de conducta que ejecutamos automáticamente. Juzgamos a las personas o situaciones sin saber qué nos impulsa o porqué lo hacemos.

 

En nuestro mundo post moderno hemos acuñado una frase que parece justificar todo tipo de comportamiento: “Así nací”, “soy desordenado de nacimiento” “este comportamiento me lo heredaron mis padres” “Mis genes me predispusieron a hacerlo” Es decir, pensamos que nuestra situación es rara e inusual.

 

El rey Nabucodonosor hizo una petición inusual, quería que alguien le dijera lo que había soñado, y la respuesta de sus magos fue “Eso sólo pueden revelarlo los dioses, y ellos no moran con nosotros” Dios reveló a Daniel el sueño del rey, y demostró que no importa cuán profundo sea el misterio o la necesidad humana, podemos estar en contacto con Dios y Él iluminará nuestros pensamientos y emociones para que podamos cambiar nuestra conducta. Dios conoce las posibles causas de los problemas en el matrimonio, en la familia, la lucha con las adicciones, quebrantamiento y conducta inapropiada, pero sólo él puede revelar además una estrategia para pelear y cambiar nuestras vidas.

 

¿Acaso sientes que nadie comprende por qué estás tan profundamente sumergido en esa adicción? ¿Piensas que es demasiado complicado un plan de redención? La Biblia dice que “Al que cree, todo le es posible”

 

“Padre del cielo, que nuestros pensamientos y emociones sean impactados por ti, que tú puedas revelar lo profundo de nuestra condición humana, y aunque sea difícil entender la causa de la crisis o quebrantamiento que afecta nuestra vida, por favor revélalo. Tu Palabra dice que tú revelas cosas profundas y misteriosas y conoces lo que se oculta en la oscuridad. Muéstranos una estrategia para pelear, una estrategia para hacer frente a nuestra vida manchada por el pecado, para que por medio del Espíritu Santo entendamos, caminemos y lleguemos a la meta. Amén”